Hace bastante tiempo en casa dejamos de consumir cualquier leche de origen animal y nos pasamos a las leches vegetales. De entre ellas la de soja, almendra, avena, avellana. Cada una con su sabor y propiedades caraterísticas.
Por falta de tiempo las adquirimos en comercios pero en verano subimos de nivel y las hacemos en casa. La que más nos gusta es la leche de avena. No puedes imaginarte lo sumamente fácil que es preparar una rica y cremosa leche de avena. Nada que ver con ninguna marca comercial, por muy de calidad que sea. Te explicamos el procedimeinto que seguimos y te invitamos a hacerla. Cuando la pruebes quizás te lo pienses a la hora de adquirirla de nuevo en el súper.
INGREDIENTES
- 1,5l de agua.
- 60 gr de copos de avena, sin aditivos ni azúcares.
- 6 dátiles sin hueso (totalmente opcional si quieres endulzar sanamente).
- Una pizca de sal.
- Un chorrito de aceite virgen. No es opcional, hace que los ingredientes se integren, que adquiera cremosidad y que no se separen las fases. En el resultado final no la vas a apreciar.
PREPARACIÓN
Si dispones de un robot de cocina sería ideal porque a la velocidad y temperatura de procesamiento (90º), la mezcla queda perfectamente emulsionada y triturada, sin necesidad de usar un colador. Si no dispones de él, bate lo máximo que puedas y cuela con una tela fina.
Fresca a cualquier hora es deliciosa, con un sabor exquisito y notablemente superior a cualquiera que hayas probado antes.
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